El Ciclo del Aprendizaje

Ciclo del Aprendizaje

Mi relación con el aprendizaje continuo comenzó el 2015.

Mientras conducía de vuelta a casa, me llegó una pregunta que lo cambió todo:

“Si tienes acceso a una cantidad gigante de información en la palma de tu mano ¿por qué no la estás consumiendo pro-activamente?”

La respuesta a esa pregunta me condujo a un camino que nunca hubiera imaginado, en el cual pasé los últimos años aprendiendo un tema por mes sobre el cual tenía curiosidad. Es así que cubrí temas desde neuro-ciencia, meditación, malabares, inteligencia emocional, tantra, respiración, inteligencia artificial, etc., etc., etc.

Pero hoy, me gustaría compartir contigo el resultado de muchos años de fallos y aciertos aprendiendo temas a los cuales mi curiosidad me llevó y que con el paso del tiempo, logré comprender los elementos que forman parte del aprendizaje efectivo agrupándolos en un Framework al que llamo el “Ciclo del Aprendizaje“.

Ahora, interioricémonos en los elementos de este ciclo:

1. Consumir

Para el 2008 se estimaba que la persona promedio consumía 100,000 palabras por día, equivalentes a 34 GBytes de información, un incremento del 350% desde los 80s. Comparado con nuestros abuelos, estamos más expuestos a información en un día de lo que ellos lo estaban en su vida.

Actualmente, nuestro consumo de información proviene mayoritariamente del smartphone y la computadora, los cuales presentan infinitas formas de contenido de distracción e información. Sin embargo, muy pocas veces somos cuidadosos con la calidad de aquello que nuestras mentes consumen. Entonces ser cuidadosos selección de aquello que ingresa a nuestras mentes es la primera medida hacia un aprendizaje consciente.

Por otro lado, necesitamos aprovechar al máximo los nuevos formatos de consumo de información como son los Podcasts, videos de YouTube, libros digitales y reales, mentores, etc., para así lograr un aprendizaje efectivo.

2. Consolidar

Tal y como cuando consumimos alimentos nuestro cuerpo procede a descomponerlos en substancias que puedan ser absorbidas por nuestro metabolismo, de igual manera nuestra mente se encarga de separar y clasificar las piezas de información ideales para transformarse en conocimiento.

Pero no toda la información necesita ser absorbida, sino solo aquellos trozos de nos sirven como base para crear nuevas ideas propias, por ejemplo los Principios, Estrategias y Tácticas de los temas que queremos aprender. Estos son los ingredientes que forman nuestro conocimiento, y los cuales son esenciales para generar nuestras propias ideas.

Entonces, la consolidación es remover la tierra y encontrar esas pepitas de oro que realmente nos proveen valor.

3. Almacenar

Consumir información y consolidarla en conocimiento es solamente una parte del proceso efectivo de aprendizaje pero, sin una manera de almacenar y obtener de vuelta ese conocimiento oportunamente, estaríamos malgastando nuestro tiempo y recursos mentales.

Imagina esto: eres Lio Messi, el jugador de fútbol, y te encuentras solo frente al portero rival. Tu objetivo es anotar el gol, y tienes una gran cantidad de regates y disparos en tu arsenal para cumplir con el objetivo. Te quedan menos de 1.5 segundos para decidir o perderás tu oportunidad. ¿Cuál escoges?

Aquí juegan dos elementos muy importantes: el conocimiento de tus alternativas, y la recuperación rápida de la alternativa ideal. En otras palabras, hablamos de tu memoria.

Entonces, nuestra memoria es el puente que nos ayuda a conectar el conocimiento con la práctica de este, y para ejercitar nuestra memoria tenemos una gran variedad de técnicas utilizadas y probadas por milenios y al alcance de cualquiera.

(Para conocer más sobre técnicas de memoria, dale un vistazo a estas entrevistas con Pablo Lomelí y José María Bea, expertos en memoria.)

4. Practicar

La teoría combinada con la memoria son inútiles si el conocimiento no es puesto a prueba.

Es así que, sin importar la complejidad o misticismo de aquello que estamos aprendiendo, es preciso el encontrar formas de ejercitarlo. Solo así fallaremos (y ¡F.A.L.L.A.R es bueno!) para obtener retroalimentación y refinar continuamente la el conocimiento, a través de la práctica.

La hora de la verdad, el test o la prueba oficiales se dan cuando ponemos en práctica lo aprendido.

Pero, a diferencia de las pruebas de escuela o de la universidad, la práctica no nos reprobará con una nota baja, sino más bien, nos mostrará la realidad objetiva de nuestras habilidades en un momento dado. Es ahí donde la mentalidad que tengamos marcará la diferencia entre el abandonar nuestra misión de aprendizaje, o seguir para adelante.

5. Compartir

El Ciclo del Aprendizaje se consolidad únicamente cuando compartimos aquello que aprendemos con otras personas.

Sin pretender ser un profesor tratando de enseñar nuestro (limitado) conocimiento a otros, me refiero al compartir lo aprendido para generar una conversación de ida y vuelta.

Al compartir de manera humilde, muy probablemente nuestra audiencia (familia, amigos, colegas, etc.) generará preguntas que ni se nos hubieran pasado por la cabeza y que definitivamente no sabremos como responder.

Esto creará nuevas preguntas en nosotros, alimentando nuestra curiosidad y llevándonos de vuelta a consumir información y cerrar así este ciclo del aprendizaje.

La Mentalidad

Los cinco elementos previos abarcan la parte mecánica del aprendizaje, es decir, las técnicas que cualquiera puede obtener y ejercitar. Sin embargo, ninguna de éstas nos es útil si no tenemos una mentalidad sólida sobre la cual apoyarnos.

Entonces, déjame preguntarte los siguiente:

¿Cuántas veces nos dijimos a nosotros mismos (mental o verbalmente) frases como…?:

  • “No soy bueno para los números.”
  • “No puedo comprender tan rápidamente como los otros.”
  • “Tengo mala memoria.”
  • “Siempre fallo al poner en práctica lo aprendido.”

…apuesto que muchas veces, y ¿cuántas veces nos hicimos a nosotros mismos preguntas como…?:

  • ¿Son mis creencias verificadas?
  • ¿Existen otras formas de aprender que aún no conozco?
  • ¿Quienes ya resolvieron estos problemas y qué puedo aprender de ellos?

… apuesto que muy pocas veces.

Para realmente ser efectivos a la hora de consumir, consolidad, almacenar, practicar y compartir conocimiento, es decir, ser efectivos ejercitando el ciclo del aprendizaje, es necesario que seamos muy conscientes sobre nosotros mismos, nuestras fortalezas y debilidades, sobre nuestros prejuicios y creencias.

No por nada la meta-cognición, entender como pensamos, es la que da paso al meta-aprendizaje, entender como aprendemos.

Por eso, la mentalidad es ese músculo que no es posible medir, pero es el que se revela en los momentos de paz, pero especialmente en los momentos cuando nada funciona bien.

Finalmente, recuerda:

El éxito en cualquier área es 80% mentalidad y 20% mecánicas, y esto también aplica al aprendizaje.


Hasta aquí con esta breve descripción del Ciclo del Aprendizaje.

Ahora es tu turno de analizar en cuales de estos elementos te enfocarás para mejorar el como aprendes, y ten siempre en cuenta que todo parte de la curiosidad.

Keep on Learning

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